viernes, 22 de junio de 2012

Ecuador posee una diversidad de estilos musicales tanto autóctonos, académicos, populares, versiones de ritmos extranjeros, etc; todo esto fruto de una diversidad étnica, lingüística, regional y de clase.Yaravíes, Pasillos, San Juanitos, Cachullapis, entre otros; refieren a todos los procesos históricos de nuestro país, como la colonia e independencia y por toda la influencia de nuestras culturas indígenas ancestrales, que de una u otra forma da a notar las temáticas y tendencias hacia una música triste, que con el pasar del tiempo ha ido perfeccionando tanto musical como textualmente, hasta poder llegar a su auge.Teniendo entre sus mayores representante a nuestro “Ruiseñor de América” Julio Jaramillo, Los Panchos, El Trío Colonial, entre otros representantes reconocidos a nivel mundial.En la actualidad, lamentablemente, la música nacional ah sido relegada por las tendencias musicales modernas o de moda; dejando de lado nuestra cultura musical; pero vale recalcar que por la exquisites musical y la sensibilidad textual, es una de las grandes herencias que pueden llegar a generaciones actuales y futuras, siendo este el denominador común de todos los ecuatorianos.La tristeza y sensibilidad de nuestra música se debe a sus raíces indígenas, siendo estas las primeras formas de expresión gracias a la diversidad de instrumentos utilizados y elaborados manualmente por nuestros ancestros lo que le da más valor cultural y sentimental como buenos ecuatorianos. Por eso debemos seguir cultivando el arte de nuestra música, demostrando lo invaluable que es y el orgullo que debemos sentir al pertenecer a este hermoso y diverso país. “EL PUEBLO ECUATORIANODUERME TRANQUILO ENTRE VOLCANESY SE ALEGRA CON SU MÚSICA TRISTE”



RESEÑA HISTORICA DE LA MUSICA ECUATORIANA

La música ecuatoriana es la consecuencia de la unión cultural que se produjo a raíz de la conquista española en el siglo XVI, pero anteriormente podemos hablar de sus orígenes en nuestro país. Es conocida la cultura costeña de Jama Coaque (500 a.C.-1500 d.C.) que usaban trajes adornados con plumas y tocaban tambores y rondadores... De la cultura Negativo del Carchi, de los Andes del norte, se ha descubierto las ocarinas que es un instrumento antiguo parecido a la flauta, siendo este uno de los instrumentos más antiguos que puede tener 3 o cuatro perforaciones donde se colocan los dedos y sobresale un tubo donde se coloca la boca.
La música autóctona de nuestros aborígenes era considerada, Monódica ya que desconocían la armonía y se interpretaban en cantos colectivos que muchas veces usaban como acompañamiento a las demostraciones de arte dramático realizado por los danzantes, y estas demostraciones tenían lugar en festividades religiosas como y consagrado, el Capac-Rayun para celebrar la finalización de la cosecha del más.
A la llegada de los españoles se introdujo la guitarra, la vihuela y las castañuelas.
A pesar que la mayoría de danzas festivas y los rituales propios de la cultura indígena, fueron prohibidos por la religión católica al considerarlos satánicos, al mezclarse las razas los cantos religiosos recibieron la influencia por ritmos de origen indígena tales como el yaraví y el danzante.
A medidos del siglo VVIII al llegar a los primeros habitantes de complexión morena de origen africano, que llegaron a lo que hoy es la provincia de Esmeraldas, como náufragos de un barco mercante, trajeron sus ritmos y la música se pluralizó en diferentes tonos musicales con el uso de la marimba
Con las influencias antes mencionadas, surgió en lo que hoy es la provincia de Imbabura los sanjuanitos, siendo este un género musical conjuntamente con los albazos que tiene su origen en la fusión del indígena y el mestizo, que generalmente se lo interpreta con guitarra. Son ritmos alegres que generalmente se bailan al cierre de una festividad.
Entre los instrumentos más usados se encuentra el rondador, instrumento de percusión
Al hablar del “pasillo”, género popular característico de la gema musical de Colombia y Ecuador, que al recibir la influencia del “sanjuanito” su tonalidad es melancólica que nos habla de tristezas por amores perdidos y su nostalgia invade nuestra alma y en otros se expresa el orgullo y la emoción de nuestro sentir cívico, conjuntamente con letras que enaltecen a la mujer ecuatoriana y a sus lugares geográficos, llegando a convertirse en un propio himno, como es el caso de l“Guayaquil de mis amores”,
El día del pasillo ecuatoriano se celebra el 1 de Octubre donde se hace especial homenaje a nuestro “”Ruiseñor de América” el cantante que más fama internacional y nacional ha tenido y este es, el inolvidable Julio Jaramillo Laurido.

RITMOS MUSICALES

Yaraví una especie de balada, extensiva a todos los pueblos sojuzgados por el incario y con el primitivo nombre de HARAVEC, distinguimos en aquel, dos tipos:
a) El Indígena (Binario compuesto 6/8 )

b) Criollo (Ternario simple 3/4)

Aunque ambos son de carácter elegíaco y de movimiento larghetto, se diferencian no solo en el compás sino en sus elementos: el yaraví aborigen es pentafónico menor, mientras que el criollo introduce, a más de la sensible, segundo y sexto grados de la escala melódica menor y aún diseños cromáticos.

En el Sanjuanito también se observa igual diferenciación: El sanjuanito de blancos recurre a mixturas de escalas pentafónicas y melódicas, como hibridismo natural engendrado por el criollismo; y el Sanjuanito otavaleño, genuina expresión de este género de danza autóctona.

La forma binaria simple de esta danza, en compás de 2/4 y en movimiento allegro moderato, va precedida por corta introducción (con substratum rítmico) que a la vez sirve de interludio a sus dos partes, con respectivos ritornellos.

La danza de los Abagos es ritual: simboliza la lucha del bien y del mal; de movimientos moderado y en compás de cuartos, generalmente.

Danza genuinamente haliolátricas y pre incásicas son el Yumbo y el Danzante. Las células rítmicas del Yumbo son esencialmente trocaicas, es decir, constituidas por una figura de valor lasgo y otra de valor corto, sometidas al compás binario compuesto y en movimiento de allegretto vivo. En cambio el Danzante , si bien se encuentra ubicado dentro del mismo compás, difiere en su célula; pues, su ritmo es yámbico, esto es, constituido por un valor corto y otro largo (a la inversa de la anterior) y de movimiento más tranquilo, pero pesante.

Parece que la fusión de estos dos ritmos trajo, como consecuencia evolutiva, elementos sincopados; combinación que culminó en la verdadera danza criolla de espíritu vivaz, denominado Aire Típico que junto con el Albazo (3/4) y el Alza , se convirtieron en exponentes del criollismo musical ecuatoriano. Y, sobre todo, la última se distingue por sus caprichosas alternativas rítmicas que muchas veces presenta aspectos de birritmia. Cabe anotar como caso de evolución rítmica, la existencia de un baile nativo llamado Chimbeña, en compás de amalgama (5/8), es decir en demarcación combinada de un ternario y un binario, como se observa en el zortzico español.

La Chilena es, en honor a la verdad, la zamacueca importada del país de la Estrella Solitaria, pero con la modalidad típica de nuestra musa popular.

Por el tinte y la estructura, es la Tonada, algo semejante al yaraví criollo: diferenciándose de este por su ritmo de compás binario y porque su complemento estructural finaliza en una pero-ración movida chispeante.

Originarias de las provincias australes del Ecuador son la Chirimía (especie de danzante) y la Curiquinga (un sanjuanito primitivo), que cuando termina con un período alegre y vivo, dan a éste el pomposo nombre de fuga.

Finalmente, encuéntrase en la actualidad en el apogeo de la moda el Pasacalle que es en realidad un pasodoble criollo, y cuyo prototipo es el popularísimo "Chulla Quiteño".

El corte binario simple es común a los aires vernaculares, y es muy raro encontrar en composiciones de este género la forma tripartita. Las armonías, aunque elementales y encuadradas dentro de estrecho marco, son sui géneris y presentan frecuentemente acordes bimodales en la dominante del tono fundamental.


PROCESO EVOLUTIVO


Las escalas pentafónicas mayores son una de las etapas evolutivas de los pueblos hacia el sistema tonal. Para formarse una visión clara de aquellos, basta recorrer (íntegra o fragmentariamente) las teclas negras del piano, desde lo grave a lo agudo o viceversa. Y si las distribuimos en el sentido de su tono, nos encontramos con sus dos modos:


En la música indígena predomina generalmente el modo menor, y el relativo mayor se lo percibe como una modulación pasajera.

Ahora bien, si se las somete a los ritmos de los aires aborígenes más caracterizados, con acompañamiento y armonización elementales para facilidades de comprensión, se obtiene:

YARAVÍ

DANZANTE

YUMBO

SANJUANITO

Un paso más en dirección del proceso evolutivo nos avocará a la otra etapa: el Criollismo, como producto del mestizaje musical indo-hispano.

Tomando las citadas escalas pentafónicas de tema obligado para demostración de las metamorfosis que sufren en los tres tipos de danzas criollas, tomaré en primer lugar el Aire-Típico

llamado también Rondeña por algunos folcloristas, luego el Albazo y por último el Alza que hizo su aparición en Quito alrededor de 1840. Excluyo, de facto, el Pasillo por ser oriundo de la República de Colombia y que tomó cartas de naturalización en el Ecuador.

AIRE TÍPICO

ALBAZO

ALZA

El sincretismo musical franquea la puerta de la etapa final; esto es el empleo de procedimientos técnicos encaminados a elevar la música vernácula sin substraer su espíritu ni mixtificarla.

Por mera coincidencia temática, transcribo el motivo inicial de mi primera rapsodia aborigen, intitulada "En el Templo del Sol", y compuesta en 1932.

Y por último, el modernismo y ultra modernismo y sus derivaciones son fuentes inagotables de enriquecimiento armónico que, hábilmente empleados, dan a la música regional un exotismo peculiar.

Y cuando el gran Waldo Frank, de paso por Quito, (1949), escuchó mi "Cuarteto Vernáculo", me manifestó su complacencia por "el acertado casamiento entre la música indígena y el modernismo".